Día veintisiete de julio de 2012. Me esperaba el lugar más mágico de este país: el Observatorio de Carahunge o Karahunje. Llegué por la tarde y sentí que quedaba atrapada en esas rocas. Recorrerlas palmo a palmo, sintiendo que estaba en otra época y al situarme en cada una de ellas, podía hacerme a la idea de que era de noche y que al mirar a través de cada uno de los agujeros realizados en las piedras, me llevaba a la observación de alguna estrella.
La luz del atardecer, le daba un maravilloso tono rojizo y de vez en cuando, a través de ellos, se filtraba un rayo de sol. Las coras, como no podía ser otra manera, posaron para mis retinas.
Ahora te toca a tí descubrirla. ¿Seguirá allí? ¿Cómo estará? ¡¡¡YA NO TIENES EXCUSA PARA NO ENCONTRARLA!!! ¡¡¡RETRÁTALA y MÁNDAMELA QUE ESTARÉ ENCANTADA DE PUBLICARLA!!!