En el verano del 2008, por fin podía hacer realidad, otro de mis viajes soñados: Conocer Siria y Jordania. Por más años que pasen, jamás voy a olvidar mi visita a Petra y no precisamente por su famosa puerta del Tesoro. Recorrer cada palmo del SIG, un estrecho cañón de más de un Kilómetro, rodeado de acantilados que tienen una altura de ochenta metros y disfrutar de los miles de matices y formaciones, es algo impresionante. Y luego, pasear por la gigantesca ciudad navatea y quedar fascinada a cada paso y como no podía ser de otra manera, mi encuentro con ellas, con las caras, sus ojos...estaban por todas partes, en cada recodo del camino, en las rocas...
Ahora te toca a tí descubrirla. ¿Seguirá allí? ¿Cómo estará? ¡¡¡YA NO TIENES EXCUSA PARA NO ENCONTRARLA!!! ¡¡¡RETRÁTALA Y MANDÁMELA QUE ESTARÉ ENCANTADA DE PUBLICARLA!!!